- Los alvéolos pueden encontrarse desde la pared de los bronquíolos respiratorios y los conductos alveolares hasta los sacos alveolares, compuestos por tres o más alvéolos que desembocan en un espacio común, el atrio.
- Los conductos alveolares continúan a los bronquíolos respiratorios; se diferencian de éstos porque forman largos espacios donde desembocan los alvéolos entre una estrecha pared de una o dos células planas que apoyan sobre unas pocas fibras musculares lisas, formando una estructura que sobresale a la luz denominada «espolón».
- Los alvéolos, unos 300 millones por pulmón en el ser humano, poseen un diámetro variable que puede llegar a 250 mm, y si pudiéramos extenderlos sobre una superficie plana abarcarían aproximadamente 80 m2.
- Dos o tres alvéolos desembocan en un espacio común denominado atrio, que a su vez se abre en el conducto alveolar.
- En los alvéolos es donde se produce el intercambio gaseoso.
- La pared alveolar constituye el 99% de la superficie interna del pulmón.
- La superficie de los alvéolos está cubierta por una delgada película de líquido de 0,1 a 0,9 mm de espesor constituida por surfactante y solución acuosa.
- El surfactante es el responsable de la disminución de la tensión superficial que impide que se colapsen los alvéolos.
- El epitelio alveolar está constituido por dos tipos celulares:
- El neumonocito tipo I o célula alveolar tipo I (o simplemente neumonocito I): El neumonocito I es una célula que posee un citoplasma extremadamente fino o delgado, que cubre el 90% de la superficie interna del alvéolo, forma parte de la barrera hematoalveolar (barrera de intercambio gaseoso, entre el aire inspirado y la sangre). A pesar de que se consideraban células con poca actividad, la presencia de cavéolas, pequeñas vacuolas, retículo endoplásmico liso y rugoso en su citoplasma, sugiere que estas células tienen, además, actividad fagocítica y metabólica. Poseen microvellosidades en su superficie luminal.
- El neumonocito tipo II o célula alveolar tipo II (o simplemente neumonocito II): El neumonocito II, más abundante en la desembocadura de los alvéolos próximos al atrio, es una célula pequeña cuboidea, que en su citoplasma apical posee cuerpos lamelares, que corresponden a gránulos secretorios que almacenan surfactante. Estas células que ocupan el 10% de la superficie alveolar son precursoras de neumonocitos I frente a lesiones del epitelio. El surfactante secretado por el neumonocito II reduce la tensión superficial en la interfase aire-epitelio alveolar impidiendo el colapso de los alvéolos en la espiración. La composición química del surfactante consta de fosfolípidos (responsables de la reducción de la tensión superficial) y distintas proteínas hidrofóbicas (que modulan la respuesta inmune de la reacción inflamatoria local, y facilitan la formación de una película superficial de surfactante sobre el epitelio).
- En la luz alveolar se encuentran los macrófagos alveolares o células de polvo (denominadas también neumonocitos tipo III o neumonocito III, aunque no forman parte de la pared). Estas células desempeñan un papel importante en la defensa frente a microorganismos que pudieran entrar con el aire.
Más información en: Histología de los alveolos
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
- Brusco H. López J. Loidl C. Histología médico – práctica. Barcelona. España: Editorial Elsevier; 2014.
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